Gala, la roja en el 10" con el Milan quedó atrás: ahora doblete y redención con Foggia
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Hay goles propios que cuestan carreras, objetivos fallidos que se convierten en etiquetas difíciles de gestionar y episodios que te pueden marcar. El fútbol puede ser muy cruel en este sentido. Antonio Gala, un talentoso e imaginativo centrocampista de 20 años que hace un mes fue expulsado diez segundos después de entrar al campo con el Milan Futuro por darle un codazo a un oponente, lo experimentó en primera persona. Recibió muchas críticas, quizás demasiadas, pero siguió adelante: el camino de la resiliencia lo llevó a Foggia de forma definitiva en el mercado de fichajes de invierno. Respondió como un campeón con doblete en su segunda aparición como titular.
Cuando hablamos de Antonio Gala hablamos de un niño que ha convivido con la desgracia. Napolitano, nacido en 2004, en los últimos años ha sufrido dos operaciones de rodilla que le han mantenido apartado de los terrenos de juego durante varios meses. La última (grave) lesión de menisco del pasado mes de abril lo tumbó, pero no lo derrotó. Tras regresar a Milan Futuro tras su cesión en el Sestri Levante la pasada temporada (33 partidos y 2 asistencias), Gala volvió a respirar el césped a principios de enero. Diez minutos de la estrepitosa derrota ante Torres y luego el incidente del 19 de enero: el Milan Futuro gana 2-1 en el campo del Ascoli a siete minutos del final, con puntos clave en juego de cara a la salvación. En el minuto 83, el joven jugador rossoneri entró en sustitución de D'Alessio para dar una mano al mediocampo, pero a los diez segundos intentó liberarse del fuerte marcaje de un defensa rival, propinándole un codazo gratuito con el balón lejos, aunque fuera leve. El árbitro saca tarjeta roja directa: insulto y daño para el Milan , el Ascoli igualará cinco minutos después. Gala recibió una sanción de tres partidos.
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En enero, después del episodio, Gala vive un momento particular. Acababa de regresar de una larga lesión (“Estoy dispuesto a darlo todo para llegar donde quiero”), quería demostrar que estaba bien, pero el exceso de entusiasmo había manchado su carácter. Además, en Milan Futuro las cosas iban y siguen yendo de mal en peor. Luego el Foggia, otro equipo con los colores rojinegros y dos diablos en su escudo, lo fichó de forma definitiva. Gala pasa al grupo C, ocupa el dorsal 10 y se lanza inmediatamente como titular a su regreso de la suspensión en la victoria ante el Taranto y en el siguiente partido ante el Potenza. Un partido que el Foggia perdió en casa por 4-3, marcado por dos tarjetas rojas para Felicioli y Parodi, pero sobre todo por el doblete del ex milanista. Primero el gol del 2-2 provisional con un potente remate con la derecha a la escuadra, luego el ilusorio 3-2 con un golpe de magia: el balón elude la intervención del defensa y gana con un remate con la zurda. También en el medio está la asistencia para el gol de Zunno. Gala ya olvidó aquella expulsión al marcar sus dos primeros goles como profesional. Eligió bien el camino de la resiliencia.
La Gazzetta dello Sport